Crema agria, crème fraîche: diferencias, contenido graso y usos

Bonn. La grasa de la crema agria, la crème fraîche y otros productos lácteos fermentados los convierte en valiosos portadores de sabor. Su consistencia varía de espesa a firme, dependiendo de la temperatura de fermentación y de las bacterias específicas añadidas durante el proceso de acidificación. El Centro Federal de Nutrición (BZfE) explica esto y ofrece consejos sobre qué tipos de lácteos fermentados combinan mejor con cada plato.
La crema agria, también conocida como chucrut, es relativamente líquida y contiene poca grasa (10%). Por lo tanto, es una alternativa baja en grasa a la mayonesa o la nata montada en los aderezos para ensaladas. Sin embargo, tenga cuidado: pierde rápidamente su textura suave al cocinarse y puede cortarse en salsas calientes. Esto se puede evitar batiendo previamente la crema agria con un poco de maicena o harina tamizada. Lo mejor es añadir la crema agria a los platos justo antes de servir.
La crema agria contiene entre un 20 y un 24 por ciento de grasa. Su sabor es más suave que el de la crème fraîche, es menos ácida y tiene una consistencia firme. La crema agria aporta un toque fresco tanto a platos fríos como calientes. Un clásico es el bizcocho de crema agria, jugoso y con la receta de la abuela, que se puede preparar con hasta dos días de antelación.
La crème fraîche tiene un contenido graso de al menos un 30 % y no se corta, incluso a altas temperaturas. Posee un agradable sabor fresco y una acidez suave, lo que la convierte en un excelente acompañamiento para platos picantes como el chili con o sin carne. La crème fraîche también puede contener hasta un 15 % de azúcar, lo que le confiere una textura especialmente cremosa, pero también un contenido calórico significativamente mayor. Quienes deseen reducir la cantidad pueden sustituir la mitad de la crème fraîche por leche o queso crema bajo en grasa.
RND/dpa
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