Por primera vez en la región, Uruguay aprueba una ley que permite la eutanasia

El Senado de Uruguay aprobó una ley que despenaliza la eutanasia, colocando a la nación sudamericana entre un puñado de otros países donde los pacientes gravemente enfermos pueden obtener ayuda legalmente para poner fin a sus vidas.
MONTEVIDEO, Uruguay -- MONTEVIDEO, Uruguay (AP) — El Senado de Uruguay aprobó el miércoles una ley que despenaliza la eutanasia, colocando a la nación sudamericana entre un puñado de otros países donde los pacientes gravemente enfermos pueden obtener legalmente ayuda para poner fin a sus vidas.
Esto convierte a Uruguay en el primer país de América Latina, predominantemente católica, en permitir la eutanasia por ley. Colombia y Ecuador han despenalizado la práctica mediante decisiones de la Corte Suprema.
En Chile, el presidente izquierdista Gabriel Boric recientemente revivió un impulso para la aprobación de un proyecto de ley sobre eutanasia estancado durante mucho tiempo en el Senado.
En los últimos años, la región se ha visto afectada por intensos debates y un activismo enérgico en torno a esta práctica.
“La opinión pública nos pide que abordemos esto”, dijo la senadora Patricia Kramer, de la coalición izquierdista gobernante de Uruguay, a los legisladores en la capital del país, Montevideo.
La ley, que avanzó con sobresaltos durante los últimos cinco años, superó su último obstáculo el miércoles con el voto a favor de 20 de los 31 senadores. La Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley en agosto con una amplia mayoría. Solo falta que el gobierno implemente las regulaciones.
Durante el debate, los senadores de la coalición gobernante Frente Amplio defendieron apasionadamente el derecho a morir, comparando el movimiento de eutanasia con la legalización del divorcio y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
“Todos creemos y sentimos que la vida es un derecho, tanto en la salud como en la enfermedad, pero nunca debe ser una obligación porque otros no comprenden un sufrimiento tan insoportable”, dijo el senador Daniel Borbonet tras citar testimonios de pacientes uruguayos con enfermedades irreversibles.
La mayor oposición a la eutanasia en Uruguay provino de la Iglesia Católica. Antes de la votación, Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo, instó a los uruguayos a defender el don de la vida y a recordar que toda persona merece ser cuidada, acompañada y apoyada hasta el final.
Pero la secularización ha erosionado la resistencia a la práctica en este país de 3,5 millones de personas, que prohíbe cualquier mención de Dios en los juramentos del cargo y llama a la Navidad “Día de la Familia”.
Las autoridades celebraron la aprobación de la ley, que refuerza la reputación de Uruguay como uno de los países con mayor liberalismo social de la región. El país fue el primero del mundo en legalizar la marihuana para uso recreativo y aprobó una legislación pionera que permite el matrimonio igualitario y el aborto hace más de una década.
“Este es un hecho histórico, que coloca a Uruguay a la vanguardia en el abordaje de temas profundamente humanos y sensibles”, afirmó la vicepresidenta Carolina Cosse.
La legislación permite la eutanasia, realizada por un profesional sanitario, pero no el suicidio asistido, que implica que el paciente se autoadministre una dosis letal de un medicamento recetado.
A diferencia de las leyes de estados de EE. UU., Australia y Nueva Zelanda, que restringen la eutanasia a personas con una esperanza de vida de no más de seis meses o un año, Uruguay no establece plazos. Tampoco exige un período de espera y permite a cualquier persona que padezca una enfermedad incurable que cause un sufrimiento insoportable solicitar la muerte asistida, incluso si su diagnóstico no es terminal.
Uruguay exige que quienes soliciten la eutanasia sean mentalmente competentes.
Aunque la ley no prohíbe directamente la eutanasia en casos de enfermedades mentales como la depresión, exige que los pacientes obtengan el visto bueno de dos médicos para determinar que están psicológicamente lo suficientemente aptos para tomar la decisión.
A diferencia de Bélgica, Colombia y Países Bajos, Uruguay no permitirá la eutanasia en menores.
ABC News