A medida que se acercan las vacaciones, los ganaderos han agotado sus suministros.

Muharrem Yazıcı, que se dedica a la cría de ganado en el distrito Kemalpaşa de Artvin, se queja del aumento de los costes y la disminución de los ingresos; También afirmó que pensaba que las ventas serían más lentas en comparación con el año pasado antes de la próxima festividad del Eid al-Adha . Al afirmar que la cría de animales se ha convertido en una carga financiera importante, Yazıcı señaló lo siguiente:
''Este trabajo es la profesión de nuestro abuelo. La migración a la meseta comienza en abril y estamos en las montañas hasta finales de diciembre. En invierno, permanecemos dentro durante 70-80 días, dependiendo de las condiciones del pasto. Este año compré 15 toneladas de heno, el precio por tonelada fue de 15 a 16 mil liras. Compré 8 toneladas de alimento y 10 toneladas de hierba. Haz los cálculos ahora. Son 150-200 liras, lo cual es una cura. '' Yazıcı dijo que el viaje a la meseta tampoco fue fácil, que todavía había nieve en la montaña Bilbilan y que le quedaban unos 12 días para llegar a su meseta.
Yazıcı, quien también se refirió a las condiciones negativas que se viven en los mercados de animales durante el período de sacrificio, señaló que entregó los animales directamente al cliente y dijo: "Los animales están miserables en el calor del mercado, tienen hambre y sed. Vendo poco, vendo lleno. Las ventas han sido un poco lentas este año. El precio de los animales sacrificados era de 12 a 13 mil liras el año pasado, este año es de 14 a 15 mil liras. El año pasado la paja valía 6 liras, ahora 15 liras. El precio de los animales sacrificados fue de 12 a 13 mil liras el año pasado, y de 14 a 15 mil liras este año. Solo hay una diferencia de 1 a 2 mil liras, pero con esta diferencia no podemos pagar el precio del alimento. "Si no hay movimiento en la víctima, no podemos manejar esto", dijo.
Yazıcı declaró que no tenían grandes expectativas para el Eid al-Adha, pero que necesitaban al menos algo de vitalidad para poder pagar sus deudas, y dijo: «Los gastos son altos. Nos quedamos en tiendas de campaña las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Somos tres o cuatro personas, comemos y bebemos. El saco de harina para los perros cuesta 800 liras. Cuatro perros lo comen por la mañana y por la noche. Estos subsidios aún no se han pagado. Ya no los hemos gastado».
BirGün