Japón restringirá los dispositivos de rastreo de ubicación para prevenir el acoso

En Japón, en los últimos años se ha producido un aumento significativo del mal uso de la tecnología, impulsado por la generalización de la vigilancia. El uso de dispositivos como GPS y cámaras ocultas, diseñados principalmente para localizar objetos perdidos, para fines de rastreo y vigilancia se ha convertido en un problema social. La creciente accesibilidad y proliferación de esta tecnología ha proporcionado nuevos métodos de vigilancia a personas con tendencias perversas, al tiempo que plantea graves riesgos para la seguridad y la privacidad de las víctimas.
El gobierno japonés ha aprobado un proyecto de ley que modifica su ley previa contra el rastreo para prevenir el mal uso de estos dispositivos, empleados para localizar objetos perdidos. La nueva normativa restringe el uso de dichos dispositivos para el rastreo de ubicación sin autorización y faculta a la policía para advertir a presuntos acosadores incluso sin denuncia previa de la víctima. El gobierno japonés tiene previsto promulgar la ley durante la sesión parlamentaria extraordinaria (antes del 17 de diciembre).
Estos dispositivos emiten señales similares a las de Bluetooth para localizar personas mediante teléfonos inteligentes cercanos. Estos dispositivos, que normalmente se utilizan para localizar objetos como llaves, carteras o bolsos, han comenzado recientemente a usarse para vigilar a personas de forma encubierta.
La legislación pertinente podría servir de ejemplo para otros países que experimentan problemas similares.
Japón prohibió inicialmente el rastreo no autorizado de la ubicación mediante dispositivos GPS con una modificación legislativa que entró en vigor en 2021. Sin embargo, los dispositivos de rastreo que utilizan un método de transmisión de datos diferente quedaron excluidos de dicha prohibición. Los dispositivos utilizados para el rastreo mediante otros métodos de conexión, como Bluetooth, también estarán incluidos en esta ley.
Las autoridades afirman que esta brecha se ha convertido en una creciente vulnerabilidad de seguridad. Según datos de la policía japonesa, el número de denuncias por el uso indebido de estos dispositivos alcanzó las 370 en 2024, el doble que el año anterior.
Al igual que en los países occidentales, donde dispositivos como AirTag o Tile pueden utilizarse indebidamente de forma similar, Japón está tomando medidas enérgicas al respecto. La nueva normativa podría servir de modelo para otros países, especialmente en lo que se refiere a los riesgos de violaciones de la privacidad y el rastreo digital.
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