Cortina de humo

La consulta popular anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre la opa del BBVA sobre el Sabadell es tan insólita que solo se puede entender como una cortina de humo. Una treta para que se deje de hablar del apagón y de los asuntos judiciales que atosigan a su entorno. En una sociedad con memoria tan líquida, el foco informativo ha cambiado. Después de la consulta llega el habemus papam , después la paz en Ucrania y a otra cosa mariposa.
Incluso hay quien se atreve a pronosticar que esto es una especie de ensayo general para un hipotético referéndum en Catalunya y hasta un guiño a los nacionalistas para que le apoyen los presupuestos a cambio de un referéndum en un momento determinado.
Hay que preguntarse si la consulta popular se va a introducir en todas las opasClaro que la política de referéndums a veces sale mal. De hecho, el primero de nuestra era se perdió. Poncio Pilato hizo elegir al populacho entre Jesucristo y Barrabás y el gentío eligió al malhechor. Por no hablar del Brexit o del referéndum que perdió Pinochet en medio de la dictadura chilena.
Pero esta ocurrencia no es para tomársela a broma, ya que ahonda en el descrédito del Gobierno a las instituciones. Para qué queremos un supervisor de los mercados como la CNMC si al final se fía la decisión a la consulta popular. Desde el punto de vista de la economía de mercado es un auténtico disparate, ya que se trata de dos empresas privadas en las que una hace una oferta de compra y son sus accionistas quienes deben decidir una vez que ha obtenido todos los requisitos regulatorios. También deja desairados al Banco de España y al BCE, que vienen recomendando la necesidad de consolidar el sector financiero para tener entidades más grandes y competitivas. Hay que preguntarse si en el futuro la consulta popular se va a introducir en todas las opas.
Es una bofetada monumental a la seguridad jurídica y a la política económica de la UE. Imaginemos que se tratara de una operación entre entidades de diferentes países, ¿también se sometería a una consulta popular?
Si el gobierno de coalición es tan amigo de los referéndums por qué no hace uno sobre el aumento del gasto en defensa o para preguntarles si están de acuerdo con los impuestos que pagan, incluso sobre la responsabilidad del apagón. Por no hablar de las razones por las que no consultó la concesión de la amnistía, que hubiese tenido mas sentido que esta.
Se mire por donde se mire, no hay por dónde cogerlo. Con más razón habría que haber preguntado por la fusión entre Bankia y CaixaBank. Es cierto que el Sabadell es un banco querido en Catalunya, pero quien tiene que decidir su futuro no son los catalanes, sino sus accionistas. También es cierto que el Gobierno tiene la potestad de prohibir la opa, pero es su responsabilidad. En un hipotético caso en el que la opa sea anulada y el banco quede en una difícil situación y a medio plazo tenga que ser intervenido, la responsabilidad no sería del Gobierno sino de los ciudadanos.
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