La planta medicinal calmante, que protege el sistema digestivo y reduce la inflamación
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Las infusiones naturales han sido utilizadas durante siglos como remedios tradicionales para aliviar molestias comunes y mejorar el bienestar general. Aunque muchas de ellas se comercializan como “té”, la Universidad de Harvard explica que en realidad no contienen hojas de la planta del té, sino flores, raíces, hojas u otras partes de hierbas con propiedades medicinales. Las investigaciones respaldan que algunas de estas bebidas pueden ofrecer beneficios reales para la salud, siempre que se consuman sin azúcares añadidos y bajo supervisión médica en personas con condiciones específicas.
Entre todas ellas, una destaca por su versatilidad y eficacia. La manzanilla, obtenida de las flores de la familia de las asteráceas, es considerada una de las infusiones más completas por sus efectos calmantes, antiinflamatorios y digestivos. Su uso se ha extendido en diferentes culturas como una solución natural frente al insomnio, la ansiedad, los trastornos gastrointestinales y los estados inflamatorios del organismo.
Un aliado para relajarse y descansar mejorTradicionalmente, el té de manzanilla se ha consumido antes de dormir por su acción sedante suave. Como recoge una revisión científica, varios estudios preclínicos indican que compuestos como la apigenina, presente en sus flores, se unen a los receptores de benzodiazepinas en el cerebro, favoreciendo un efecto relajante. Aunque aún se necesitan más estudios de gran escala, numerosos pacientes han mostrado una reducción del estrés y mejoras en la calidad del sueño tras su consumo habitual.
Además de sus beneficios para el sistema nervioso, esta infusión también muestra propiedades ansiolíticas moderadas. Así lo refleja un estudio sobre su uso en personas con trastorno de ansiedad generalizada leve o moderado, donde el extracto de manzanilla demostró una reducción significativa de los síntomas en algunos pacientes.
Beneficios digestivos y protección intestinalUno de los usos más extendidos de la manzanilla es el tratamiento de molestias gastrointestinales. Se ha utilizado como remedio natural contra los espasmos, la hinchazón, el malestar estomacal y el cólico infantil. Sus efectos calmantes ayudan a relajar la musculatura del tracto digestivo, favoreciendo el tránsito intestinal y aliviando síntomas de flatulencia o acidez.
También existen investigaciones que demuestran su acción protectora frente a úlceras gástricas. Un preparado comercial con extracto de manzanilla mostró una eficacia similar a los antiácidos convencionales, reduciendo la producción de ácido y aumentando la secreción de mucina y prostaglandina E2, sustancias clave para la protección gástrica.
Propiedades antiinflamatorias y antioxidantesLa manzanilla posee un importante perfil antiinflamatorio gracias a compuestos como el camazuleno, alfa-bisabolol y diversos flavonoides. Estos principios activos han demostrado ser capaces de penetrar en las capas más profundas de la piel, lo que permite su uso como antiinflamatorio tópico en casos de eccema, dermatitis o quemaduras leves.
Además, sus propiedades antioxidantes contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico. Según un estudio en el que se analizaron muestras de orina tras el consumo de esta infusión, se observó un aumento de hipurato y glicina, marcadores asociados a una mayor actividad antimicrobiana. En modelos celulares, también se ha evidenciado que el extracto de manzanilla puede inhibir el crecimiento de células tumorales sin afectar a las sanas.
Una planta segura, pero con precaucionesA pesar de sus múltiples beneficios, el uso de manzanilla no está exento de precauciones. Las personas con alergias al polen o antecedentes de reacciones graves deben evitarla, ya que las infusiones pueden estar contaminadas con trazas de otras plantas. Tampoco debe utilizarse como sustituto de un tratamiento médico ni administrarse en dosis elevadas sin supervisión profesional.
El uso de productos naturales o de suplementos para mejorar nuestra salud y bienestar están siempre condicionados a nuestro estado físico y a las posibles patologías que tengamos en el momento de consumirlos. Al margen de estas recomendaciones generales de expertos a la población, para utilizarlos correctamente debemos siempre consultar previamente con un especialista.
Las infusiones naturales han sido utilizadas durante siglos como remedios tradicionales para aliviar molestias comunes y mejorar el bienestar general. Aunque muchas de ellas se comercializan como “té”, la Universidad de Harvard explica que en realidad no contienen hojas de la planta del té, sino flores, raíces, hojas u otras partes de hierbas con propiedades medicinales. Las investigaciones respaldan que algunas de estas bebidas pueden ofrecer beneficios reales para la salud, siempre que se consuman sin azúcares añadidos y bajo supervisión médica en personas con condiciones específicas.
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